Cubano quiso abrir Paladar con el nombre de Celia Cruz en Holguín, y por el acoso de la Seguridad del Estado terminó en un hospital psiquiátrico

El sueño de un cuentapropista holguinero se ha visto frustrado, Luis Hernández Martín soñaba con ponerle a su cafetería el nombre de la Guarachera de Cuba, Celia Cruz; sin embargo desde octubre del pasado año la Seguridad del Estado ha hecho de todo para impedirlo, reveló el emprendedor, para quien la “odisea producida por los obstáculos con la burocracia no parece tener fin”.


El pasado 24 de mayo funcionarios del gobierno local ordenaron quitarle el metro contador y el fluido eléctrico, lo que le ha traído como consecuencia pérdida de hasta 10 mil pesos moneda nacional, detalló Hernández Martín a través de Radio Martí.

“Estuve sin electricidad veinte días, donde se echaron a perder todos los productos que habían en las tres neveras, el día 24 de este mes pasado.

Había queso, jamón, helado, pizzas, sándwiches, hamburguesas, de todo lo que lleva un Café complementado y se echó a perder todo, con una pérdida de 10 mil pesos”, explicó.

El holguinero ha tenido presiones de todo tipo, de un directivo del Banco Popular de Ahorro (BPA) y amenazas directas de la Seguridad del Estado.

“Cuando fui a pagar el contador (retirado por la Empresa Eléctrica) me pidieron 800 pesos más, por encima, diciendo que este mes había consumido.


Eso es una estrategia ya que yo, al no tener (metro) contador no tenía consumo de corriente y al haber estado ingresado no podían haberme llegado 1.955 pesos de consumo de corriente”, prosiguió.

Pese al hostigamiento sin descanso, el cubano continuó con su emprendimiento, hasta que se vio obligado a cerrar la Paladar situada en calle Frexes de la Ciudad de los Parques, señala Martí Noticias.

Pero hubo más según Luis, “ahí no quedó todo, pongo el contador y la vecina de arriba me corta el cable de la electricidad y me deja la mitad de la vivienda sin electricidad, porque ella quiso”, se quejó.

Para el cuentapropista antillano el desamparo jurídico en la Isla es total; “no hay nadie… ¿dónde vas a reclamar? ¿a dónde vas a ir? No pasa nada. Lo que me han hecho es un sabotaje”.

El pasado año, en octubre el problema con la Seguridad del Estado, y en específico con un agente de apellido Chapman llegó a su clímax.

De acuerdo a Luis Hernández le hicieron cartas de advertencia, amenazas de retirarle la licencia para vender alimentos, los obstáculos con el Banco, y el agente de la Seguridad del Estado le recomendó que el local debía llamarse “Azúcar”, sin embargo el emprendedor insistió en nombrarlo Celia Cruz, desde entonces todo ha sido un problema, confiesa.

“Las gestiones fueron en todas partes: Planificación física, (Unidad de) policía… el expediente completo en Fiscalía va a cumplir casi 8 meses y no me han dado respuesta. El dictamen técnico del Arquitecto de la Comunidad y todo ha sido en vano”, explica.

El cuentapropista padece del Síndrome de Guilles de la Tourette, lo que le provoca tics nerviosos que afectan su estabilidad física y emocional; la presión y el estrés lo han llevado a que tenga que ingresarse en el Hospital Psiquiátrico de Holguín.

“Pero la situación en el hospital era más crítica que en un hospital con sala especializada. Estuve cinco días nada más porque mi familia optó por sacarme de allí”, añadió.

“Toda esta situación venía planificándose de antemano, desde que yo hice el reportaje del Café Celia Cruz (producido por Palenque Visión) y el otro día hice una entrevista de 44 minutos con José Daniel Ferrer”, relató.

A su regreso de la grabación de la entrevista en Santiago de Cuba con el coordinador de la Unión Patriótica de Cuba, Luis fue arrestado, y comentó: “Me entró un ataque de pánico, por poco me parten un brazo con las esposas. Mi esposa, que nunca había pasado por nada de esto quedó intimidada y se está atendiendo ahora en el Hospital de Día. Cuando regresamos ya nos estaban esperando”.

Según testimonio de Luis Hernández, “el régimen cubano no perdona. Esperaron que hiciera el negocio, que lo fortaleciera, que invirtiera una inmensidad de dinero (cifrado en 1000 mil pesos), el dinero del banco, los ahorros de mi madre, mi salud, para cuando ya estuviera floreciente como estuvo, desbaratarlo completamente”.

(Con información de Martí Noticias)


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *