Una cubana residente en Hialeah ha quedado grabada negándose a atender a una clienta en un restaurante de comida rápida porque la misma no hablaba español y en el local no había nadie que hablará inglés.
Ante la insistencia de la clienta de ordenar comida en la ventanilla del restaurante, la empleada le dijo «Esto es Hialeah» justificando la falta de personal que hable ingles en el local.
La empleada llegó incluso a amenazar con llamar a la policía.