«A la gente no se le puede obligar a tener hijos”: La baja natalidad en Cuba no garantiza el reemplazo generacional

Deyvis Duvergel, orgulloso padre de una bebita de casi 2 años explicó: “nadie quiere que sus hijos pasen trabajos. Aquí si no tienes a alguien que te ayude de allá afuera difícilmente podrás darles lo indispensable”.


Cuba presenta los niveles de fecundidad más bajos de América Latina, dado el alto costo de recibir y mantener a un pequeño para las parejas de la Isla, por lo que los cubanos aspiran a una familia pequeña, o posponen de manera indefinida la llegada de los bebés.

El régimen cubano fomenta campañas a favor de la procreación, pero las parejas antillanas piensan mucho antes de decidir traer un nuevo miembro de la familia al mundo.

“Nosotros tuvimos suerte. Mi hermana que vive en Estados Unidos ha asumido toda la canastilla de nuestra pequeña Alexa. Con nuestros salarios jamás podríamos comprar cuna, colchón, ropa, zapatos”, abundó Duvergel, y su esposa lo confirmó.

Martí Noticias reporta que en las tiendas estatales en caso de que aparezca el producto, los precios superan de manera excesiva el salario promedio nacional, que no excede los 30 CUC mensuales en Cuba.

Una sábana para la cuna ronda los 200 pesos MN (8 a 10 CUC); una cuna entre 100 y 120 CUC (2500 a 3000 pesos MN) y el colchón otros 50 CUC (1250 pesos MN), apunta el mismo medio.


El gobierno asigna a las gestantes en su semana 34 una cuota que se le conoce popularmente como “canastilla”, la misma incluye una sábana, dos toallas, dos biberones, un muñeco, una colonia, una crema, diez pañales de gasa, diez metros de tela antiséptica, y un par de mediecitas, por un costo de 85 pesos, moneda nacional.

Sin embargo, no es suficiente, la tela antiséptica era un gran problema, dado el difícil acceso de las madres cubanas, explicaban ellas en un reporte de Martí Noticias, hace unos meses.

Una Licenciada en Educación comenta que la baja natalidad en Cuba no garantiza el reemplazo generacional, por lo que dentro de unos años no habrá fuerza laboral que cubra los puestos indispensables.

La profesional, Olga Martha deduce: “a la gente no se le puede obligar a tener hijos. Es una decisión muy personal pero lo peor resulta que aquí viene acompañada de la condición económica del país, cada vez más decadente”.

Los alimentos de bebé en el país comunista se venden en pesos convertibles, CUC; una lata de leche similar a la materna tiene un costo de 4 CUC, o 100 pesos cubanos; los pañales desechables son incosteables para muchos.

(Con información de Martí Noticias)


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